lunes, 30 de junio de 2008

"La libertad existe tan sólo en la tierra de los sueños"

Cada mañana despertaba con la misma sensación. La sensación de haber vagado infinitamente por mundos imposibles. Era inverosímil, su razón le impedía dar credibilidad a los gajos de recuerdos que lograba recuperar del fondo de de su memoria. Solo habían sido sueños muy vívidos elaborados por su cerebro durante las ocho horas de descanso. Pero se resistía a creerlo.

Pasaba el tiempo y los sueños se hacían más violentos, más reales. Podía recordarlos en los cinco minutos posteriores al despertar, pero se iban difuminando a lo largo del día, como la espesa niebla que se asienta los días de otoño y que se diluye con el avance de la mañana. Sin embargo, esos sueños no desaparecían, sino que se asentaban en alguna parte oculta de su cerebro, esperando aflorar a la superficie de la memoria cuando un acto cotidiano estimulaba el recuerdo. En ese momento podía simplemente intuir que esa situación la había vivido antes, que podía tener nociones de lo que se avecinaba. Esta sensación de proximidad o, incluso, de clarividencia, le llenaba de desasosiego. ¿Era un fallo de su mente o era un signo de un sentido oculto? No podía saberlo, pero el caso es que el fenómeno se intensificaba. Ahora podía sentir en el sueño, moverse a su voluntad dentro de él. Sin ningún esfuerzo su conciencia dominaba el mecanismo natural de la ensoñación, simple reestructuración de la memoria para el resto, vía de acceso a otras sensaciones para él.

Llegó el día en que deseaba el advenimiento de la noche como el que espera el viernes para disfrutar de un fin de semana de descanso y emociones. Era como una segunda vida, una más plena, en la que podía hacer cosas impensables en el mundo real limitado por las leyes físicas. En su mundo de ensueño no había reglas ni jueces, todas las formas habitaban en una sola, moldeable a voluntad, no existía el dolor ni la pena. Tal era el grado de adicción de este mundo, su mundo, que llegó a no desear despertar. Pero lo hacía y pasaba el día frustrado, ya que aquí no era el rey, sino un peón que había de compartir el mundo con millones de seres vivos más, esclavizado a unas leyes, tanto físicas como morales, que solo coartaban su libertad.

Sin embargo había algo que fallaba en su esfera de fantasía nocturna. No existía la probabilidad, no existía la emoción que es fruto de la casuística de la interacción de miles de probabilidades, causada por los miles de seres que habitan el mundo. La infinita red de relaciones, en su mundo, se reducía a un solo punto: él.
Una noche algo cambió en el engranaje normal de sus ensoñaciones. Estaba él como dios infinito, haciendo y deshaciendo a su voluntad, los títeres se movían al son de su música. Parecía feliz.
Pasaron diez años sin que se diera cuenta, y seguía en el trono del mundo, oteando los universos infinitos y viajando por todas las épocas, alterándolas y rehaciendo la historia. Parecía feliz.
Pasaron diez mil años, pensando que solo había transcurrido una noche. Volvió a nuestro universo y miró la Tierra, pero no la encontró. En lugar de ella, un vacío infinito de oscuridad. De repente se dio cuenta de que habían pasado miles o millones de años y que quizá estuviera atrapado en un laberinto de espesa pesadilla, sin el contacto humano, lo que en el fondo siempre había echado en falta cuando moraba por los mundos, siendo amo y señor de ellos.

De repente despertó. Mientras abría los ojos, una luz clara y azulada le iba invadiendo. Notaba un cansancio extremo, como si su cuerpo estuviera sometido a una gravedad monstruosa. En el trance de salida de la pesadilla vio lo que parecía una figura vestida de blanco.

Había estado dos meses en coma por una embolia cerebral. Lo encontraron una mañana en su casa después de que estuviera dos días sin dar señales de vida ni a la familia ni en el trabajo. Cuando estuvo recuperado, analizó esta experiencia y solo acertaba a preguntarse si la embolia había sido el resultado de las vívidas ensoñaciones, viajes astrales de la mente que sobrecargaron su cuerpo, o ésta última pesadilla se había producido durante el coma y la embolia había sido algo natural. En cualquier caso, estas experiencias trascendentes, le había hecho pensar en el complicado mecanismo cerebral y cuán poderoso puede llegar a ser, tan poderoso que se puede llegar a perder la noción del espacio y del tiempo, fundirse con la nada y ser dueño y señor de los universos.
Cita del título de Johann Christoph Friedrich von Schiller

viernes, 20 de junio de 2008

Debemos comenzar a afrontar el cambio climático

El problema del cambio climático no es algo de lo que se hable cada día, sin embargo es un tema latente que nos persigue y que no podemos ni debemos dejar de lado. Un tema que está sobre la mesa por su trascendencia pero con el que nadie quiere mojarse. Con esta actitud del avestruz (la actitud de esconderse a ver si el problema desaparece por si solo) se da la espalda a todos los informes y estudios que desde diferentes organismos –entre ellos la ONU- nos alertan de un problema que de no hacer nada será irreversible.
Es difícil, casi imposible, hacernos a la idea de que el clima y el mundo tal y como los conocemos puedan cambiar a peor debido a acciones realizadas por todos nosotros. Más difícil, si cabe, asimilar que estos cambios están empezando a producirse en estos mismos momentos. Sin embargo, los últimos estudios realizados indican que el cambio climático ya ha comenzado y que si no controlamos la contaminación inmediatamente se cumplirán las peores previsiones.
Es un hecho demostrado científicamente que determinados gases –el CO2 es el más conocido- producen el efecto llamado invernadero. Este gas proviene de las emisiones causadas por la quema de combustibles fósiles, unos combustibles que el hombre comenzó a utilizar en grandes cantidades en el siglo XVIII. Durante medio millón de años las concentraciones de este gas se habían mantenido estables y no fue hasta mediados de 1700 cuando los niveles comenzaron a aumentar coincidiendo con la generalización del uso de los combustibles fósiles con fines industriales. De esta manera desde 1750 hasta nuestros días los niveles de CO2 han aumentado un 30% y continúan aumentando ya que las emisiones de este gas a la atmósfera no se frenan, al contrario se prevé que aumentarán sobre todo como consecuencia del despertar industrial de la zona de Asia.
Muchas voces rechazan el cambio climático y llaman a los que lo defienden “alarmistas y catastrofistas”, para defender sus posiciones los primeros argumentan que el incremento paulatino de las concentraciones de CO2 a partir de 1750 coincidió con los primeros registros que se empezaron a tomar alrededor de estos años y que, por lo tanto, no se puede saber si anteriormente había habido épocas con aumentos y disminuciones naturales de las concentraciones de CO2. Esto es cierto, pero no más cierto que el hecho de que en los últimos 200 años el ser humano ha hecho un uso indiscriminado de los recursos naturales, ha contaminado océanos, ha esquilmado los bancos pesqueros y ha expulsado a la atmósfera cantidades ingentes de gases nocivos, unas agresiones nuevas a las que anteriormente no se había enfrentado la Tierra.
A pesar de estas voces críticas, los científicos continúan alertando de que el calentamiento global es un hecho al que tenemos que enfrentarnos por las repercusiones que puede tener en un futuro. Estos científicos exponen las posibles consecuencias del cambio climático basándose en modelos informáticos. Estos modelos dan una situación nada halagüeña para dentro de 50 años: incremento del nivel del mar como consecuencia del derretimiento de los casquetes polares, precipitaciones más escasas pero torrenciales, desertización, etc. Todo esto tendrá consecuencia para todos los habitantes: despoblamiento de las zonas costeras por la pérdida de terreno, escasez de agua, fenómenos extremos como la sequía y las inundaciones… y los más perjudicados serán los países pobres ya que les será imposible poder adaptarse a estos cambios.

martes, 17 de junio de 2008

Lovecats (The Cure)


We move like cagey tigers
We couldn't get closer than this
The way we lovecats
The way we talk
The way we stalk
The way we kiss
We slip through the streets
While everyone sleeps
Getting bigger and sleeker
And wider and brighter
We bite and scratch and scream all night
Let's go and
Throw all the songs we know

Into the sea
You and me
All these years and no one heard
I'll show you in spring
It's a treacherous thing
We missed you hissed the lovecats


We're so wonderfully wonderfully wonderfully
Wonderfully pretty
Oh you know that I'd do anything for you
We should have each other to tea huh?
We should have each other with cream
Then curl up by the fire
And sleep for awhile
It's the grooviest thing
It's the perfect dream


Hand in hand
Is the only way to land
And always the right way round
Not broken in pieces
Like hated little meeces
How could we miss
Someone as dumb as this


I love you ... let's go
Oh ... solid gone ...
How could we miss someone as dumb
As this?

lunes, 16 de junio de 2008

"Como cuerpo, cada hombre es uno; como alma, jamás"

“Por lo general, los animales son tristes. Y cuando un hombre está muy triste, no porque tenga dolor de muelas o haya perdido dinero, sino porque alguna vez por un momento se da cuenta de cómo es todo, cómo es la vida entera y está justamente triste, entonces se parece siempre un poco a un animal; entonces tiene un aspecto de tristeza, pero es más justo y más hermoso que nunca”.
Hermann Hesse. El lobo estepario


Un hombre atormentado por la soledad, que se aísla en sí mismo para hacer frente a la vileza del mundo y a la crueldad de la vida.

La lucha violenta entre dos aspectos de la personalidad, que en vez de convivir para mantener una mente sana, pelean encarnizadamente por hacer valer el poder del uno sobre el otro.

La tristeza de un hombre frustrado al ver desmoronarse su sistema de valores y ser testigo de como, poco a poco, todo aquello que quería se va alejando de él.

Un hombre enfrentado a un mundo cruel, como un lobo que en la estepa ha de sobrevivir cada minuto, luchando por encontrar alimento y no morir congelado.

En estas circunstancias solo le quedan dos opciones: seguir luchando a pesar del cansancio o morir.

lunes, 9 de junio de 2008

Panem et circenses



Esto es lo que ofrecían los emperadores romanos al pueblo para tapar la corrupción política, las guerras internas y los problemas sociales. Una manera de mantener entretenida a la plebe mientras el imperio se desquebrajaba.
Ésta ha sido, desde el inicio de los tiempos, una vía para “mansificar” a la población y evitar cuestionamientos de poder o del sistema establecido. Ofrecer diversión como medio para desviar la atención de los problemas continúa siendo un método eficaz para evitar el libre pensamiento del individuo.
Los medios de comunicación, el llamado cuarto poder, una estructura cuyo fin es informar objetivamente para ofrecer unos mecanismos al público con los que pueda crear su visión de la sociedad con sus propios medios, reflexionando y criticando lo que ve. ¿Realmente cumplen su misión? Después de observar el panorama informativo español actual creo que podemos responder a esta pregunta con un “no” rotundo.
Programas del corazón completamente degradados en los que todos y cada uno de los participantes son un esperpento y un fiel reflejo de la sociedad en la que se ubican. Telediarios que ofrecen noticias totalmente diluidas, entretejidas entre noticias de relleno. Diarios que son el púlpito desde el que los diferentes partidos políticos vomitan su discurso a los ciudadanos, creyéndose éstos que son informados de manera rigurosa y objetiva, mientras, subconscientemente, el discurso va calando sin que se den cuenta. Radios que siguen el mismo modus operandi que los diarios pero de manera más descarada. Ya no se oculta el discurso bajo una falsa fachada de rigurosidad periodística.
¿Cuáles son los efectos de todo esto? Si unimos éste interés de la clase dirigente por mantener al pueblo entretenido, junto con esta “adquisición encubierta” de los principales medios de información, obtenemos un cóctel muy rentable, éste es: poder reconducir al rebaño al antojo de los que ostentan el poder. Lo peor de todo esto no es que la gente no se de cuenta, lo peor, como digo, es que está totalmente al caso de la situación, se queja, y la critica, pero no hace nada por revelarse, ni mucho menos por cortar de raíz y no abastecerse de estas fuentes de información distorsionadas. La gente continúa informándose con telediarios vacuos e insulsos, viendo los programas del corazón, series sin sustancia, de mal gusto, y un largo etcétera que rellena las parrillas televisivas.
El resultado: un embotamiento colectivo que perpetúa el enclaustramiento mental y evita que las mentes evolucionen, se adapten a los cambios y se conciencien de los problemas reales del mundo.
El único reducto para el librepensamiento, las opiniones alternativas y las reflexiones libres de corrupción mediática se encuentra en Internet. Ese mundo caótico e incontrolado es donde los ciudadanos pueden opinar e informarse de los acontecimientos por vías alternativas. El problema es que este medio no tiene ni de lejos la difusión que tiene la televisión. Además, la gran mayoría de la población no conoce cómo funciona la red, no sabría dónde buscar y acabaría en los sucedáneos cibernéticos de los monstruos audiovisuales y de papel.

jueves, 5 de junio de 2008

Critica que te criticarán

Ayer revolviendo entre montañas y montañas de camisetas reflexionaba sobre el por qué a determinadas personas les gusta vestir sus torsos con simples camisetas negras con un estampado sencillo.
Iniciativa Dharma, Star Wars, Futurama, Depeche Mode, Ramstein, Joy Division, Tim Burton… Motivos diversos pero todos con algo en común: la persona que lleva estas camisetas se siente especial, lleva algo que exterioriza su gusto por un tipo de manifestaciones culturales.
Muchos llamarán frikis a éstos que lucen camisetas con logotipos de series, caras de cantantes o dibujos animados que son políticamente incorrectos, pero lo cierto es que la gente que utiliza este adjetivo para descalificar, debería mirar la ropa que lleva y preguntarse por qué se ha gastado 200 euros en un bolso Tous que le ha costado medio sueldo. Cada uno se viste como quiere, dentro de sus posibilidades y gustos, y creo que nadie debería juzgar sin antes comprobar qué criterios sigue para comprar algo en una tienda u otra.
Criticar. El deporte nacional o mundial, algo inherente al ser humano que va ligado a la envidia. Aquí se pone de manifiesto en todo su esplendor la fábula del zorro y las uvas. “Érase una vez un zorro que vio colgado de una parra un racimo precioso de uvas. Brillantes, rojas, gordas. Después de desesperados intentos por conseguir alcanzar las uvas en lo alto de la parra, el zorro con cara de indiferente frustración dijo –va!! si no están maduras-”. Esta pequeña fábula viene a simbolizar esto que digo más arriba: cuando alguien ve algo de otro que le gusta intenta conseguirlo, pero cuando ve que sus posibilidades económicas no le permiten obtenerlo o no le queda como debería, entonces con un cinismo supino empieza a criticar a aquél que posee el objeto del deseo.
Puede parecer una pelea de crios de parvulario el criticar como viste ese o aquél, o envidiar tal o cuál cosa del otro, pero este es el inicio de conflictos mayores.

domingo, 1 de junio de 2008

These days


Hace dos años y una semana que visité tierras irlandesas para asistir en Dublín al concierto de Bon Jovi de su gira Have a Nice Day. Fue una experiencia inolvidable ya que fueron dos días en que pudimos disfrutar de la libertad, solas en una ciudad desconocida para ir a ver un espectáculo mítico.

La crónica del concierto no hace falta que la haga ya que fue bestial. Solo remarcar que esta visita dejó un poso, una especie de morriña que me recordaba que esa ciudad todavía no se había disfrutado lo suficiente.

Así pues el año pasado cuando me surgió la oportunidad de ir a estudiar inglés tres semanas, no me lo pensé dos veces y elegí Dublín. ¿Lo elegí? yo creo que Dublín me eligió a mi desde el momento en que pisé la ciudad el año anterior. Es más, creo que me eligió desde el momento en que me quedé abducida por la música de U2. Tenia que visitar esa ciudad.


Como un guiño del destino la casa que me habían adjudicado para pasar las tres semanas de julio estaba al lado del Croke Park. Una coincidencia que me hizo despertar recuerdos y me permitió ver esa ciudad como mía. No me sentí en ningún momento extranjera, además tuve la inestimable compañía de una mallorquina que se solía perder por las calles del black pool.

Nuevas caras, compartir casa con dos desconocidas, ir a la escuela, formar un grupo de colegas con los que poder disfrutar al máximo de esas tres semanas… Estas relaciones fueron muy importantes, lástima que la distancia y el tiempo hayan hecho que se disolvieran y ya no quede nada de los momentos compartidos.

Pero en este viaje pasó algo que no me esperaba. A falta de dos día para volver a Barcelona y en una fiesta soporífera a más no poder en la cual Maria Àngela vivió una odisea por volver a su casa dublinesa, y yo estaba en un sin vivir por saber si había llegado entera. En dicha fiesta, a esas horas de la noche, estaba a punto de matar a alguien, así que antes de cometer tal locura decidí irme. Pero sucedió que mi compañera de casa, italiana como no, me presento a unos compañeros de piso de su amigo. Dichos compañeros resulta que eran de Barcelona. ¿Barcelona? no, de Santa Coloma y de Badalona. Encontrar a compatriotas, casi vecinos lo cambió todo. Decidí quedarme en la fiesta a charlar y charlar.

Pensé que la cosa quedaría en Dublín, una anécdota más del viaje, pero no, la relación continuó, con altibajos, una vez volvimos a Barcelona.

Demonix, ensayos con canciones dedicadas, borrachera con “no más tequila por favor”, Cardenete y silla de Ramón…

Y esta noche nuevo concierto de Dublín, ya en Barcelona, después de dos años en los que han pasado muchas cosas. Se cierra un círculo que ha estado marcado por nuevas experiencias, sorpresas, desilusiones, cambios…

¿Quiénes seremos y dónde estaremos en el próximo concierto?