Este fin de semana me he dado cuenta de mi gran desconocimiento de la ciudad de Barcelona.
El sábado por la mañana empezó con una visita guiada –cortesía de Vicent y Maria Àngela- a todo el Barri de la Riera: Santa María del Mar, carrer Montcada, carrer de les Mosques… un montón de rincones que desconocía y que ya me hicieron dar cuenta de lo grande que es Barcelona o de lo grande que es mi desconocimiento de la ciudad.
Por la tarde, casualidades de la vida, volví a visitar los mismos lugares que había visitado por la mañana, e hice gala de mis nuevos conocimientos adquiridos. Nuevamente Santa María, carrer Montcada…y después visita obligada a la ya archiconocida calle Tallers, recorrida como tres veces la tarde del sábado. Por la noche: sesión de alcohol –para unos más que para otros- en Marina. Chus de nuevo el pegamento que une a grupos diferentes y consigue que todos nos lo pasemos de muerte. Muerte, en ese estado casi me sumergen mis botas, unas botas que unen belleza y crueldad en dosis iguales. Fin de la noche con quedada a las 10 de la mañana post-resaquil para ir al Mercat de Sant Antoni (hay que ser masocas).
Fnac 10:00 p.m. ¿Habrá conseguido vencer la resaca? Evidentemente, si. Se inicia un domingo de ese en los que al final de día tienes la sensación de haber aprovechado tu tiempo al máximo. Primero: visita al Mercat de Sant Antoni después de casi un año de destierro obligado. Por supuesto no salimos de allí sin adquirir nuestra respectiva fricada. Después de una hora de vueltas al Mercat con el consiguiente agobio de la gente, se decide ir a cargar pilas con la dosis diaria de droga legalizada, léase café.
Sesión café acabada sobre las 12:00 p.m ¿Qué hacemos ahora? es aquí donde se requieren mis dotes de guía, por el presupuesto de mi conocimiento de la ciudad…Bueno podríamos ir a Sagrada Familia que aún no la he visitado ¿¿?¿ sin palabras…Pillamos cámara y cual domingueros vamos a visitar el monumento emblemático de la ciudad. Impresionante. Sin palabras. Lástima que la cola kilométrica nos impidiera entrar en el templo. Otra vez será.
13:00 p.m. Los estómagos vacíos comienzan a revelarse. ¿Has probado la comida japonesa? Pues va a ser que no. Ala, Sagrada Familia y comida japonesa el mismo día. Redeu que bueno que estaba todo. Sushi, arroz e, incluso osadía con el wasabi.
Estómagos llenos y sueño que empieza a reclaram su tributo. ¿Siesta en Montjuic? Pues vale. Otra vez se confirma mi desconocimiento de la ciudad: si quieres ir al castillo de Montjuic, no te bajes en Plaza España a no ser que quiera hacer pierna y/o morir de una lipotimia. Al final se consigue arreglar la pelota mental creada por mi ignorancia y conseguimos subir en teleférico. Fantásticas vistas de la ciudad de Barcelona.
Vuelta hacía el centro de la urbe y cap a casa que ja toca.
El sábado por la mañana empezó con una visita guiada –cortesía de Vicent y Maria Àngela- a todo el Barri de la Riera: Santa María del Mar, carrer Montcada, carrer de les Mosques… un montón de rincones que desconocía y que ya me hicieron dar cuenta de lo grande que es Barcelona o de lo grande que es mi desconocimiento de la ciudad.
Por la tarde, casualidades de la vida, volví a visitar los mismos lugares que había visitado por la mañana, e hice gala de mis nuevos conocimientos adquiridos. Nuevamente Santa María, carrer Montcada…y después visita obligada a la ya archiconocida calle Tallers, recorrida como tres veces la tarde del sábado. Por la noche: sesión de alcohol –para unos más que para otros- en Marina. Chus de nuevo el pegamento que une a grupos diferentes y consigue que todos nos lo pasemos de muerte. Muerte, en ese estado casi me sumergen mis botas, unas botas que unen belleza y crueldad en dosis iguales. Fin de la noche con quedada a las 10 de la mañana post-resaquil para ir al Mercat de Sant Antoni (hay que ser masocas).
Fnac 10:00 p.m. ¿Habrá conseguido vencer la resaca? Evidentemente, si. Se inicia un domingo de ese en los que al final de día tienes la sensación de haber aprovechado tu tiempo al máximo. Primero: visita al Mercat de Sant Antoni después de casi un año de destierro obligado. Por supuesto no salimos de allí sin adquirir nuestra respectiva fricada. Después de una hora de vueltas al Mercat con el consiguiente agobio de la gente, se decide ir a cargar pilas con la dosis diaria de droga legalizada, léase café.
Sesión café acabada sobre las 12:00 p.m ¿Qué hacemos ahora? es aquí donde se requieren mis dotes de guía, por el presupuesto de mi conocimiento de la ciudad…Bueno podríamos ir a Sagrada Familia que aún no la he visitado ¿¿?¿ sin palabras…Pillamos cámara y cual domingueros vamos a visitar el monumento emblemático de la ciudad. Impresionante. Sin palabras. Lástima que la cola kilométrica nos impidiera entrar en el templo. Otra vez será.
13:00 p.m. Los estómagos vacíos comienzan a revelarse. ¿Has probado la comida japonesa? Pues va a ser que no. Ala, Sagrada Familia y comida japonesa el mismo día. Redeu que bueno que estaba todo. Sushi, arroz e, incluso osadía con el wasabi.
Estómagos llenos y sueño que empieza a reclaram su tributo. ¿Siesta en Montjuic? Pues vale. Otra vez se confirma mi desconocimiento de la ciudad: si quieres ir al castillo de Montjuic, no te bajes en Plaza España a no ser que quiera hacer pierna y/o morir de una lipotimia. Al final se consigue arreglar la pelota mental creada por mi ignorancia y conseguimos subir en teleférico. Fantásticas vistas de la ciudad de Barcelona.
Vuelta hacía el centro de la urbe y cap a casa que ja toca.
2 comentarios:
Uou, debiste haber tenido un fin de semana interesante... y mira por donde que un servidor también se puso a hacer turismo por la ciudad condal.
Joder qué ciudad, sería apasionante poder explorarla a fondo, ahora que tenemos tanto tiempo.
Saludos
pd: No le lleves la contraria a un escorpio si sabes que él tiene razón.
ppd: Rol
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