Con noticias como ésta te das cuenta de lo pequeña que es la Tierra y lo inmenso y brutal que es el universo.
No me pondré a describir la noticia, ya que incluye múltiples detalles complicados que restan encanto al hecho en sí. Un hecho que es el siguiente: un supermasivo agujero negro –para que os hagáis una idea, un agujero negro del tamaño del núcleo de la Vía Láctea- está lanzando tal cantidad de partículas, que está destruyendo la galaxia vecina. Es decir, por hacer una comparación, es como si un agujero negro acojonantemente grande estuviera lanzándonos una cantidad descomunal de radiación cósmica, una cantidad suficiente para destruir todo lo que se encuentre por el camino: estrellas, planetas...
Por suerte este agujero negro está a una distancia prudencial -10.000 billones de kilómetros- que le impide afectar a nuestra galaxia.
A pesar de que estamos a salvo, no debemos olvidar nunca los múltiples peligros que nos acechan desde más allá de la atmósfera. No hay que olvidar tampoco que vivimos en un rincón de la galaxia considerado por los científicos como “las afueras tranquilas de una gran ciudad”, donde es complicado que pasen catástrofes. Pero nunca se sabe, siempre puede venir un pedrolo y mandar a la humanidad a hacer puñetas, y de ésta si que no nos salva ni el Bruce Willis.
No me pondré a describir la noticia, ya que incluye múltiples detalles complicados que restan encanto al hecho en sí. Un hecho que es el siguiente: un supermasivo agujero negro –para que os hagáis una idea, un agujero negro del tamaño del núcleo de la Vía Láctea- está lanzando tal cantidad de partículas, que está destruyendo la galaxia vecina. Es decir, por hacer una comparación, es como si un agujero negro acojonantemente grande estuviera lanzándonos una cantidad descomunal de radiación cósmica, una cantidad suficiente para destruir todo lo que se encuentre por el camino: estrellas, planetas...
Por suerte este agujero negro está a una distancia prudencial -10.000 billones de kilómetros- que le impide afectar a nuestra galaxia.
A pesar de que estamos a salvo, no debemos olvidar nunca los múltiples peligros que nos acechan desde más allá de la atmósfera. No hay que olvidar tampoco que vivimos en un rincón de la galaxia considerado por los científicos como “las afueras tranquilas de una gran ciudad”, donde es complicado que pasen catástrofes. Pero nunca se sabe, siempre puede venir un pedrolo y mandar a la humanidad a hacer puñetas, y de ésta si que no nos salva ni el Bruce Willis.
2 comentarios:
Quizas si lo cruzaramos viajariamos por el tiempo... a rincones donde no ha llegado su conocimiento....
el espacio, la ultima frontera.
Este es el viaje de la nave estelar Entreprise, EN MISION PERMANENTE DE EXPLORAR NUEVOS MUNDOS, buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones, penetrando donde nadie ha llegado antes.
STARTREK!!!!
nena! se me olvido decirte que pasaré el dia de san esteban a recoger la miel!
besos!
nos vemos mañana!
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