Ya falta menos para concluir el tan temido reportaje, ya falta menos para perderle definitivamente el miedo al Avid, ya falta menos para porder visionar nuestro primer trabajo realizado íntegramente por nosotros sin prácticamente ayuda de profesores.
Miedo, esa eso es lo que sentimos todos cuando nos confirmaron que en el segundo semestre teníamos que realizar un reportaje de 5 minutos y montarlo todo con el Avid, un programa al que ya nos enfrentamos el año pasado pero desde la barrera, ya que la aglomeración estudiantil de nuestra carrera impide hacer horas de prácticas en condiciones.
Lo dicho, un acojone general en enero y más después de ver el poco tiempo disponible: tres horas a la semana para grabar, editar y, por si fuera poco, realizar tres platós y unas cuantas horas de teoría, es decir, nos iba a tocar pencar de lo lindo fuera de las horas lectivas. Después de plantearnos la situación nos tocó decidir el tema del reportaje para poder empezar a grabar. Primer obstáculo; decidimos el tema “Los estudiantes discapacitados en la UAB” porque pensamos que las diferentes asociaciones de la UAB nos ayudarían y no pondrían trabas. Craso error. Una tía con una congestión nasal del 15 nos da calabazas con la mayor bordería posible argumentando “Home ja està bé, que han vingut cins grups per fer el mateix reportatge” ¿Y qué puñetera culpa tenemos nosotros, solo te estamos pidiendo algún teléfono para hablar con gente, cacho perra? Nos quedamos con ganas de soltarle esto, pero el jarro de agua fría que supuso para nosotras tener que cambiar el tema nos frenó.
Después de meditar, de hacer brain storming y de soltar alguna que otra burrada, propuse, como quien no quiere la cosa, hacer el seguimiento del concejal más joven del Cataluña al cual la menda conoce. Pensé que no tendría soporte del resto del grupo, más que nada porque el susodicho es del PP y ya se sabe que aquí en Cataluña no es que sean muy queridos. Contra todo pronóstico, la propuesta fue acogida con interés e ilusión, más cuando al llamar al contacto éste no nos puso ninguna traba y accedió amablemente.
El primer día de grabación iba a ser nuestro salto a la piscina, ya que después de un año sin tocar cámara íbamos a estar solas ante el peligro con la presión añadida de no hacer un ridículo espantoso por no saber montar la cámara. Por suerte cinco mentes piensan mejor que una y conseguimos, sin grandes traumas, montar el trípode, colocar la batería, poner la cinta y configurar la cámara, además de montar el micro. El resultado 45 minutos de grabación dentro del ayuntamiento de Badalona.
Siguiente paso. Editar lo grabado. Pensábamos que sería una auténtica tortura pero, por una confabulación de hados buenos, pudimos encender el aparato sin que se colgara, estropeara o muriera. Valga decir que nuestro sol de profesora nos ayudó en todo y nos dio pautas para seguir y no acabar a hostia limpia con el Avid.
El día de grabación más caótico fue el de la fiesta de la Cremada. Caótico por la gran cantidad de gente, lo difícil de la grabación, los planos imposibles aupada a caballito, planos que costaron una buena rampa a la inestimable ayuda logística.
De momento no puedo terminar el post con un buen final porque aun nos queda el montaje de la mitad del reportaje. Con suerte podremos finiquitarlo en dos semanas, para bien o para mal.
Miedo, esa eso es lo que sentimos todos cuando nos confirmaron que en el segundo semestre teníamos que realizar un reportaje de 5 minutos y montarlo todo con el Avid, un programa al que ya nos enfrentamos el año pasado pero desde la barrera, ya que la aglomeración estudiantil de nuestra carrera impide hacer horas de prácticas en condiciones.
Lo dicho, un acojone general en enero y más después de ver el poco tiempo disponible: tres horas a la semana para grabar, editar y, por si fuera poco, realizar tres platós y unas cuantas horas de teoría, es decir, nos iba a tocar pencar de lo lindo fuera de las horas lectivas. Después de plantearnos la situación nos tocó decidir el tema del reportaje para poder empezar a grabar. Primer obstáculo; decidimos el tema “Los estudiantes discapacitados en la UAB” porque pensamos que las diferentes asociaciones de la UAB nos ayudarían y no pondrían trabas. Craso error. Una tía con una congestión nasal del 15 nos da calabazas con la mayor bordería posible argumentando “Home ja està bé, que han vingut cins grups per fer el mateix reportatge” ¿Y qué puñetera culpa tenemos nosotros, solo te estamos pidiendo algún teléfono para hablar con gente, cacho perra? Nos quedamos con ganas de soltarle esto, pero el jarro de agua fría que supuso para nosotras tener que cambiar el tema nos frenó.
Después de meditar, de hacer brain storming y de soltar alguna que otra burrada, propuse, como quien no quiere la cosa, hacer el seguimiento del concejal más joven del Cataluña al cual la menda conoce. Pensé que no tendría soporte del resto del grupo, más que nada porque el susodicho es del PP y ya se sabe que aquí en Cataluña no es que sean muy queridos. Contra todo pronóstico, la propuesta fue acogida con interés e ilusión, más cuando al llamar al contacto éste no nos puso ninguna traba y accedió amablemente.
El primer día de grabación iba a ser nuestro salto a la piscina, ya que después de un año sin tocar cámara íbamos a estar solas ante el peligro con la presión añadida de no hacer un ridículo espantoso por no saber montar la cámara. Por suerte cinco mentes piensan mejor que una y conseguimos, sin grandes traumas, montar el trípode, colocar la batería, poner la cinta y configurar la cámara, además de montar el micro. El resultado 45 minutos de grabación dentro del ayuntamiento de Badalona.
Siguiente paso. Editar lo grabado. Pensábamos que sería una auténtica tortura pero, por una confabulación de hados buenos, pudimos encender el aparato sin que se colgara, estropeara o muriera. Valga decir que nuestro sol de profesora nos ayudó en todo y nos dio pautas para seguir y no acabar a hostia limpia con el Avid.
El día de grabación más caótico fue el de la fiesta de la Cremada. Caótico por la gran cantidad de gente, lo difícil de la grabación, los planos imposibles aupada a caballito, planos que costaron una buena rampa a la inestimable ayuda logística.
De momento no puedo terminar el post con un buen final porque aun nos queda el montaje de la mitad del reportaje. Con suerte podremos finiquitarlo en dos semanas, para bien o para mal.