El mes de marzo es el mes en que la eclíptica del plano en el que orbitamos alrededor del Sol coincide con el Ecuador de la Tierra. En ese momento en el que las dos líneas imaginarias se cruzan cuando pasamos del invierno a la primavera.
No sé si tendrá algo que ver, pero lo que si que es cierto es que el mes de marzo es un mes maldito. Un mes maldito porque es en este mes cuando los hados se confabulan para que todo salga al revés. No puedes planear nada, porque si ya es difícil que algo que has preparado con antelación salga bien, si lo intentas planear en el mes de marzo es seguro que se vaya a tomar viento fresco. Si piensas que posiblemente ha sido una casualidad, intenta repetir el experimento y verás como no ha sido casual ya que es un hecho matemático: si intentas algo en marzo saldrá al revés. La ley de Murphy no dice nada en referencia al especial porculismo del mes de marzo y debería, porque es el mes en el que todas, absolutamente todas las leyes se cumplen sin misericordia con los pobres mortales que intentan que un puñetero plan salga bien.
Puede que la explicación racional a esto sea que con el advenimiento del calor, el alargamiento del día, las gramíneas o las hormonas la gente comience a pensar en las vacaciones de Semana Santa o de verano y estén más desorientados que un pulpo en un garaje.
Conductores que se paran en mitad de una rotonda para hablar por el móvil, coches que se paran sin poner los intermitentes y tienes que hacer virguerías para no comértelos; peña que te dice “sí que iré” y después les surgen imprevistos y te dejan con las entradas en la mano y una cara de gilipollas que para qué contarte. No les culpo, ya sé que es el mes de marzo que tiene especial manía a la humanidad y a Silvia en particular, ahora, os aseguro que el sentimiento es mutuo. Si tuviera el poder que tuvo en el año 1582 Gregorio XIII que eliminó por sus santos cojones 10 días del mes de octubre para que cuadrara la Pascua cristiana, si tuviera ese poder eliminaría de un plumazo el puñetero mes de marzo, así el año tendría 11 meses o para no ser tan radical, por lo menos le pondría un nombre más adecuado: jodiendus.
Hago este escrito porque ya lo tengo asumido, cada año la misma cantinela. Cada año por unas cosas u otras acabo a ostias con este mes. Solo aviso que a día 5 aun no ha ido tan mal como esperaba, yo pensaba que a estas alturas el coche ya me habría dejado tirada, me habría cortado la mano con la máquina del embutido, habría pasado del catarro a la pulmonía…Espero que mañana Costa Breve no se queme ni se hunda ni nadie se rompa una pierna.
No sé si tendrá algo que ver, pero lo que si que es cierto es que el mes de marzo es un mes maldito. Un mes maldito porque es en este mes cuando los hados se confabulan para que todo salga al revés. No puedes planear nada, porque si ya es difícil que algo que has preparado con antelación salga bien, si lo intentas planear en el mes de marzo es seguro que se vaya a tomar viento fresco. Si piensas que posiblemente ha sido una casualidad, intenta repetir el experimento y verás como no ha sido casual ya que es un hecho matemático: si intentas algo en marzo saldrá al revés. La ley de Murphy no dice nada en referencia al especial porculismo del mes de marzo y debería, porque es el mes en el que todas, absolutamente todas las leyes se cumplen sin misericordia con los pobres mortales que intentan que un puñetero plan salga bien.
Puede que la explicación racional a esto sea que con el advenimiento del calor, el alargamiento del día, las gramíneas o las hormonas la gente comience a pensar en las vacaciones de Semana Santa o de verano y estén más desorientados que un pulpo en un garaje.
Conductores que se paran en mitad de una rotonda para hablar por el móvil, coches que se paran sin poner los intermitentes y tienes que hacer virguerías para no comértelos; peña que te dice “sí que iré” y después les surgen imprevistos y te dejan con las entradas en la mano y una cara de gilipollas que para qué contarte. No les culpo, ya sé que es el mes de marzo que tiene especial manía a la humanidad y a Silvia en particular, ahora, os aseguro que el sentimiento es mutuo. Si tuviera el poder que tuvo en el año 1582 Gregorio XIII que eliminó por sus santos cojones 10 días del mes de octubre para que cuadrara la Pascua cristiana, si tuviera ese poder eliminaría de un plumazo el puñetero mes de marzo, así el año tendría 11 meses o para no ser tan radical, por lo menos le pondría un nombre más adecuado: jodiendus.
Hago este escrito porque ya lo tengo asumido, cada año la misma cantinela. Cada año por unas cosas u otras acabo a ostias con este mes. Solo aviso que a día 5 aun no ha ido tan mal como esperaba, yo pensaba que a estas alturas el coche ya me habría dejado tirada, me habría cortado la mano con la máquina del embutido, habría pasado del catarro a la pulmonía…Espero que mañana Costa Breve no se queme ni se hunda ni nadie se rompa una pierna.
2 comentarios:
Espero que lo de las entradas no vaya a por mi....
ji ji
siento no haberte avisado pero imprevistos de ultima hora te hacen madrugar a las 5:30 de la mañana; en fin que soy un desastre y el mes de la muerte del señor ya se sabe..
:D
sigo teniendo tu ropa y tu maquillaje.
Hola
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