Cuenca, Castellón, Toledo, Soria, Segovia. Estos han sido los lugares visitados este verano. Horas y horas de coche para recorrer gran parte de la península ibérica. Lugares, muchos de ellos, anteriormente visitados, pero siempre con el inevitable compañero de las prisas. Prisas por querer disfrutar de demasiados lugares en poco tiempo, y ya lo dice el dicho: “quién mucho abarca poco aprieta”.
Este verano también he aprendido a utilizar la cámara Réflex, una asignatura que tenía pendiente ya que, por vicisitudes del plan de estudios de la carrera de periodismo, solo se cursa una asignatura de fotografía, evidentemente esto es insuficiente para aprender a hacer virguerías con la cámara.
Estos pinitos con la Réflex no me hacen merecer una exposición para que el resto de los mortales pueda contemplar mi obra fotográfica pero, por lo menos, no soy un pato que no sabe ni cómo cambiar los objetivos –ardua tarea que requiere de una gran coordinación para que los susodichos no acaben en el suelo-.
Cañón del Río Lobos
Este verano también he aprendido a utilizar la cámara Réflex, una asignatura que tenía pendiente ya que, por vicisitudes del plan de estudios de la carrera de periodismo, solo se cursa una asignatura de fotografía, evidentemente esto es insuficiente para aprender a hacer virguerías con la cámara.
Estos pinitos con la Réflex no me hacen merecer una exposición para que el resto de los mortales pueda contemplar mi obra fotográfica pero, por lo menos, no soy un pato que no sabe ni cómo cambiar los objetivos –ardua tarea que requiere de una gran coordinación para que los susodichos no acaben en el suelo-.
Cañón del Río Lobos
Morella
Segovia